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Referencia: 8500000917152
429.64 impuestos excl.
Formato: 700,00 ml
Graduación: 40,00%
Ron Santiago Isla del Tesoro es un ron cubano exclusivo, singular e innovador. La producción se limita a solo 2000 botellas al año, a pesar de que la marca tiene más de cuatro décadas de existencia. Era el obsequio que el gobierno cubano entregaba a distinguidos dignatarios y personalidades. De un resplandeciente ámbar oscuro, este ron exhibe una limpieza y atractivo sobresalientes. Su aroma evoca el de un aguardiente extremadamente añejo, con múltiples capas de maduración, similar al que buscaban los piratas y corsarios que merodeaban y saqueaban nuestra hermosa Isla como parte de su tesoro. Elaborado a partir de caña de azúcar, representa el auténtico y único origen del ron cubano.
Color: ámbar oscuro.
Nariz: aroma con notas a café, vainilla con ligeros toques a chocolate.
Paladar: ligero y suave en boca, se aprecian la mezcla de las bases de rones usados en su elaboración. Sensaciones a frutos secos y vainilla.
Se fabrica en Santiago de Cuba, reconocida como cuna del ron ligero desde 1862. Es tierra de aromas y colores especiales, donde la mezcla de lo cubano alcanza una expresión singular. Así es este ron, desde que los maestros fundadores descubrieron que el ron podía llegar a ser una bebida ligera y suave. Es un Ron creado y producido en la Ronera Santiago de Cuba, desde que el Gobierno Revolucionario nacionalizara (1960) las fábricas Bacardí y Matusalén. Es obra de abnegados maestros y trabajadores de antiguas fábricas de ron de esa región, de las que pasaron a ser ellos mismos dueños de las instalaciones al triunfo de la Revolución. Su etimología recuerda la generosidad de un micro clima especial para los aromas de frutas, típicamente criollo, dulce y firme a la par. Es la más alta expresión de la tradición del Ron de Cuba, y único por su autenticidad y calidad (aroma, suavidad y sabor).
Existen varios tipos de vasos adecuados, pero algunos realzan mejor todas las cualidades de un excelente ron.
Vaso Botucal, Old-Fashioned, Glencairn, Rumtaster Final Touch... entre otros.
El ron debe servirse a temperatura ambiente y en un recipiente limpio. En ese momento, el bebedor tiene la oportunidad de explorar la gama completa de aromas y sabores. A diferencia del vino, se considera aceptable sostener el vaso con las manos para permitir que el licor se caliente gradualmente.
Se debe abordar con calma. La regla básica es inhalar un solo aroma a la vez y desde una distancia prudente. Se deja que la bebida libere sus aromas y esencias, y se espera aproximadamente un minuto antes de volver a olerla. Esto maximiza la experiencia, ya que un alcohol fuerte puede aturdir temporalmente el sentido del olfato humano.
Se recomienda tomar un pequeño sorbo al principio para activar las papilas gustativas y permitir que el licor se distribuya por toda la boca. Es importante recordar que en el mundo de los licores, no existe la idea de escupir. La verdadera magia de un licor excepcional se despliega en la exhalación, ya que una gama de sabores emerge en el paladar con cada respiración.