¿Qué es el Champagne?
Una breve introducción al champagne: se trata de un vino espumoso elaborado en la región francesa de la Champaña al noreste de Francia.
El Champagne se hace mediante un método de doble fermentación, en el que en una primera fermentación se realiza de forma similar a cualquier otro vino tranquilo, y la segunda se hace en botella, que origina la efervescencia típica de los Champagne.
El champagne está estrictamente regulado con la finalidad que el prestigio y éxito de la marca perdure.
Regiones del Champagne
Existen cuatro regiones que sirven para clasificar a la zona geográfica a la que pertenece la denominación de origen AOC Champagne.
Valle de Marne
El viñedo se extiende sobre las laderas que descienden en pendientes hasta el borde del río Marne. La uva principal es Meunier.
Montagne de Reims
Los viñedos se encuentran en las laderas de las montañas. La uva principal es Pinot Noir.
Côte des Blancs
En esta región prácticamente solo se elaboran vinos blancos, por eso se denomina así. Se encuentra al sureste del valle de marne. La uva principal es la Pinot Noir.
Côte des Bar
Se encuentra al sur de la región. La principal uva es Pinot Noir.
¿Cómo se elabora el Champagne?
El Champagne se elabora de forma diferente a otros vinos debido a su segunda fermentación. Aún así, se cuidan mucho los procesos y están muy regulados, estos serían sus principales procesos:
Cuvée, primer taille y segundo taille.
A la hora de realizar el prensado de las uvas en prensas verticales de 4000 kg de capacidad, la primera presión máxima permitida es de 150 kg kg/cm2, después de extraer los primeros mil litros de mosto, se lleva a cabo el “retrousses” que consiste en llevar al centro las uvas menos prensadas que han quedado en los extremos de la prensa y que no han sido prensadas.
La reglamentación del champagne permite tres prensados y dos retrousses para completar los primeros 2050 litros de mosto que serán considerados el cuvée.
Los siguientes 410 litros se les denominan “primer taille”, y “segundo taille” a los siguientes 90 litros. El resto, se le destina para elaborar el aguardiente denominado “marc de champagne”.
Assemblage o ensamblaje.
Al proceso de ensamblaje del Champagne se le denomina “Assemblage”. Este consiste en la mezcla de los diferentes vinos tranquilos, que pueden ser de diferente uva, añadas y que determina el resultado final obtenido en el champagne.
Si el champagne se elabora en su totalidad con vino de una misma cosecha, la cual tiene que ser extraordinaria, se le llamará “millésime”.
En caso de que la totalidad de la uva pertenezca a “cruz” o municipios denominados como “Grand Cru” o “Premier Cru” se les permitirá añadir dicha denominación en la etiqueta, lo que le dará un extra de prestigio.
Si el 100% de la uva que contiene en el proceso de assemblage es uva blanca, se le llamará “Blanc de Blancs” y en caso de que sea de 100% uva tinta, será un “Blanc de Noirs”.
Tiraje del champagne.
Una vez que se ha realizado la primera fermentación como cualquier vino tranquilo en depósito, se embotella, para crianza de este, a este proceso se le llama tiraje.
A la hora de realizar el tiraje, al vino base se le añade el licor de tiraje que es una mezcla entre las que se encuentran levaduras y azúcares que permitirán que se lleven a cabo con éxito la segunda fermentación del champagne, pero esta vez en el proceso de crianza vía botella.
En el proceso de crianza las botellas se encuentran almacenadas de forma horizontal, en ausencia de luz y con una humedad y temperatura constante y adecuada. En esta segunda fermentación se consume el exceso de azúcar añadido produciéndose un aumento de la graduación alcohólica entre 1 y 1,3 grados y el desarrollo del dióxido de carbono 6 kg/cm2.
La crianza mínima obligatoria es de 15 meses y de tres años para los “millésime”, aunque de forma generalizada se suelen tener en crianza en botella entre 15 y 24 meses.
Degüelle.
Una vez realizada la segunda fermentación, las levaduras se convierten en lías que le dan turbidez al champagne. Para quitar dicha turbidez se hace un degüelle de las botellas.
Consiste en ponerlas boca bajo para que las lías y demás elementos en suspensión precipiten en la boca de la botella. Una vez depositadas aquí, se puede o bien congelar la boca de la botella y luego retirar estos sedimentos o mediante una persona experta denominada “dégorgeur” se puede hacer un descorche bocabajo de forma rápida y poniéndolo sobre la marcha en posición vertical para que no se pierda más líquido del necesario.
Segundo embotellamiento.
Una vez hecho el degüelle, se lleva a cabo el segundo embotellamiento. A estos se le añade el denominado “dosage” que es un licor de expedición entre el degüelle y el segundo embotellamiento, que suele contener azúcares añadidos.
Este dosage determinará la clasificación del espumoso que se obtendrá, estando regulado por la Unión Europea de la siguiente forma en función de su cantidad de azúcar:
Brut Nature: Debe estar entre 0 y 3 g/l. No puede contener dosage, es decir, no puede tener azúcares añadidos.
Extra Brut: Entre 0 y 6 g/l.
Brut: Entre 6 y 12 g/l.
Extra Dry: Entre 12 y 17 g/l.
Sec: Entre 17 y 32 g/l.
Demi-Sec: 32 y 50 g/l.
Doux: Superior a 50 g/l de azúcar.
Tipo de uva usado en el champagne.
Los tipos de uvas más usadas en la elaboración del champagne de forma histórica son las variedades Arbanne, Chardonnay, Chasselas Rouge, Enfumé, Meunier, Petit Meslier, Pinot Blanc y Pinot Noir entre otras.
Tras la filoxera, prácticamente solo pasaron a usarse las uvas Chardonnay, Meunier y Pinot Noir, representando más del 99% del viñedo de la denominación AOC Champagne.
Chardonnay
Las uvas chardonnay son uvas blancas que aportan:
Aromas florales.
Finura.
Mineralidad
Potencia al envejecimiento del champagne.
Meunier
Las uvas Meunier o Pinot Meunier son uvas tintas que aportan:
Potencial aromático.
Redondez.
Pinot Noir
Las uvas pinot noir son uvas tintas que aportan:
Aromas de frutas rojas.
Cuerpo.
Potencia.
¿Cómo beber Champagne?
Para beber champagne es muy importante la temperatura a la que se sirve el champagne. Si servimos el champagne muy caliente puede producir mucha espuma y pierde energía y si se sirve muy frío no podremos apreciar los aromas y la burbuja será muy agresiva.
La temperatura ideal para servir un champagne es entre 8 y 12 ºC. Es muy importante no enfriar el champagne en el congelador en caso de que necesitemos enfriarlo de forma urgente. Una mejor solución es enfriarla introduciendo la botella en una cubitera con hielo.